Mi nombre es Chus Castro, y estoy en la restauración por vocación. Mis principios están en los sabios consejos de la señora Lidia, que fuera cocinera del obispado de Ourense. Con ella entré en los pucheros, en la cocina familiar. Después vinieron cursos, viajes y lecturas escogidas con un objetivo: conocer otras cocinas capaces de animarme a intentar nuevos horizontes. Llegó, después, la investigación y surgieron otros platos. Entonces descubrí que es posible compaginar la cocina tradicional con las nuevas experiencias capaces de satisfacer los paladares más exigentes y contentar los estómagos más exquisitos, que son la finalidad del buen comer.
Los parabienes recibidos; el interés demostrado por distintos medios de comunicación, escritos y audiovisuales, y mi presencia en distintos certámenes, ferias y acontecimientos gastronómicos, además de motivarme, me hacen pensar que estoy en el mejor camino.
El RESTAURANTE BITADORNA fue inaugurado en 1995, en el puerto de A Guarda, y nace con vocación de hacer una cocina diferente sin perder de vista la tradición local. De modo que ofrece cocina tradicional y de creación con una carta destinada a todos los públicos, que se cambia a diario según la mejor oferta de la lonja (pensemos que estamos en un puerto pesquero donde las embarcaciones se hacen a la mar todos los días) y la estación, ofreciendo cartas específicas dependiendo de la temporada. Imprescindibles las cartas de lamprea, bacalao, pez espada y langosta.
Un restaurante, decorado con buen gusto, refinado en mantelerías, cristalería y vajilla, y con una cuidadísima iluminación.
El RESTAURANTE BITADORNA figura en las guías de mayor prestigio y revistas especializadas españolas e internacionales.
BITADORNA es el nombre de unas rocas del interior del puerto de A Guarda que sólo se descubren en marea baja. Los marineros reconocen las rocas, tanto de la zona costera como sumergidas, con nombres que obedecen a su forma, acontecimientos que tuvieron relación con ellas, por su producción o, incluso, con el nombre de alguna persona que la significó de alguna manera. Estas rocas sirven de guía en las singladuras o en las labores de faena, de ahí que se designen, genéricamente, como marcas.